Cuando llega una nueva planta a casa debemos tener varios puntos en cuenta, todos son muy importantes para que nuestra planta se adapte y entendamos el porqué puede reaccionar de una manera u otra.
1. Al llegar limpiar las hojas y revisar posibles plagas
En cuanto llegue nuestra planta a casa lo primero que deberemos hacer es revisar si tiene plagas, para así evitar que contagie a al resto.
Limpiaremos sus hojas y tallos con jabón potásico o aceite de Neem, esto ayudará a eliminar las posibles plagas y dejará sus hojas limpias de polvo, además aportará humedad a las hojas. Debemos recordar que si son hojas que no se pueden mojar (begonias o aquellas plantas que tengan las hojas aterciopeladas) hay que secar después, sino pueden aparecer hongos.
En este paso también cortaremos todas las hojas amarillas, si están amarillas es que están muertas, por lo que solo debilitarán a nuestra planta. Una vez hayamos completado todo esto la dejaremos a parte del resto de las plantas durante unos días por si acaso tiene alguna plaga que no hayamos visto, durante este periodo es normal que pierda alguna hoja, no hay que preocuparse.
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2. Revisaremos el cepellón
Si vemos que el sustrato no es adecuado y tiene raíces podridas haremos un cambio de sustrato total aunque no sea lo ideal. Es porque debemos tener en cuenta que si se están pudriendo las raíces hay posibilidades de que la planta muera antes de que se adapte.
Si aunque tenga un mal sustrato no tiene raíces podidas la dejaremos tal cual está hasta que se adapte (de 15 a 30 días, dependiendo de la planta aunque siempre es más recomendable 30 días). Si necesita un trasplante por que sus raíces están muy crecidas esperaremos igualmente el periodo de adaptación.
Es necesario esperar porque todo lo que suponga un cambio de sustrato o trasplante a una planta implica mucho estrés para ella, así que si se le junta el estrés del cambio de maceta con el cambio de lugar puede perder más hojas. Aunque pierda todas hojas la planta no tiene porqué estar muerta, pueden volver a salir ya que unas raíces sanas es una planta que puede brotar de nuevo
3. Revisaremos si necesita riego
Si está deshidratada la regaremos si es posible con aminoácidos, esto hará que se ponga más fuerte y que aguante mejor el cambio de lugar. Recordemos que en un vivero o en una tienda especializada están acostumbrados a unas características específicas en cuanto a humedad, temperatura o riego, al moverla de sitio puede estresarse.
Si por el contrario está muy mojada podemos sacar el cepellón y con ayuda de un papel de cocina quitar el exceso de la parte externa del cepellón sin rascar o eliminar tierra.
Una vez ya haya pasado el tiempo de adaptación nuestra planta estará totalmente lista y adaptada a su nuevo hogar, ¡así que ya la podréis disfrutar a tope!
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Última actualización el 2023-07-22